Ilustrador: Sobre eventos, convenciones y festivales.
- Conyejo
- 18 feb 2019
- 9 Min. de lectura
Luego de una pausa de varias semanas, debo disculparme. He estado desaparecida por estar preparando muchas actividades y cosas que debían cumplirse en esas fechas, participé en Anime Expo Summer, en Santiago, y organicé junto a la productora Amuse y bajo el nombre de la comunidad Madriguera Chile, un festival de Ilustración en Viña del Mar: Fénix.
Ambas cosas, agregando la imprenta que manejo junto a mi pareja, agregaron mucha carga que tenían que terminarse en esas fechas y luego me di una semana de recuperación pues, empecé con síntomas musculares que me han obligado a tomar las cosas con más tranquilidad. ¿Qué más esperaba luego de tanto tiempo de estrés?
Pero vamos a aprovechar el estado de liberación para hablar de los eventos en Chile, en esto entran las convenciones, festivales, ferias, etc., dependiendo de cómo la organización desee llamarla. Y para hacer esto bien, vamos a dividirlo en tres entradas que nos ayudarán a revisar temas específicos para quienes deseen averiguar más en el proceso.
Ahora vamos a hablar de este tema desde la perspectiva de los ilustradores, editores y tiendas que participamos en estos eventos. La siguiente semana revisaremos el tema desde los organizadores, desde donde luego de dos años puedo hablar solo desde mi perspectiva, espero sea interesante leer lo sincera que puedo ser con algunas cosas. Para, finalmente, la tercera semana revisar el tema desde los asistentes y que está pasando actualmente en Chile con el boom de ofertas que hay semanalmente especialmente en Santiago de Chile, la capital.

Los eventos son normalmente lugares de reunión, tanto para los fans que adoran sus series favoritas, como organizaciones de fanáticos o creadores con sus fans. Son lugares donde se juntan los gustos con la realidad y todos pueden disfrutarlo de forma diferente.
Lejos de solo disfrutarlo como un espacio de experiencias, también son puntos de intercambio económico importante para expositores, quienes trabajan semanas, si no meses, para crear y preparar cosas para el día del evento y poder conectarse con personas que participarán y si todo sale bien, le comprarán o lo seguirán, para más adelante poder encantarlos con más material y generar tracción en redes sociales.
Como punto de intercambio económico, significa un trabajo, un lugar en donde no solo invierten tiempo, sino dinero en participar y preparar sus productos. Ahora ¿recuerdan ese encabezado el 2017 que a todos les chocó por la sorpresa que implicaba enfrentarse, como asistente, a un evento que se supone sería enorme y a última hora cambiaron de lugar?
Con eso muchos expositores nos encontramos cenando un día viernes entre 9 y 10 de la noche por un correo informando el cambio de lugar, sin excusas, sin rodeos. Inversión que no se vería recuperada y que muchos de nosotros aún esperamos un reembolso que en el fondo sabíamos que no iba a llegar. Muchos asistentes querían matar a los organizadores… los que invertimos para exponer queríamos volvernos locos. Si volvemos al comienzo del párrafo y pensamos en este escenario, nos damos cuenta que la inversión de los expositores fue prácticamente en vano, lo cual hace que la situación sea más compleja de lo que aparenta ser.

Pero son un espacio necesario para muchos de nosotros, por ejemplo, ser ilustrador para eventos es un área muy popular actualmente en la industria, te conectas directamente con tus compradores, haces elementos siguiendo una lógica y diseño que tú te impones y partes creando una fanbase. ¿Lindo, no? Pero esta situación está llena de estrés y ansiedad, ya que, en un inicio implica tirarse a una piscina que no tiene agua para flotar, pero que de a poco se va llenando hasta que llegas a un punto en donde puedes apostar a espacios y saber que recuperarás lo invertido y de a poco ganarás y ¡BOOM! Tienes una marca.
Pero seamos realistas, el tiempo que te toma llegar a esa estabilidad implica dos caminos y solo unos pocos logran el fácil: tienes que trabajar duro para que la gente te reconozca y compre o mágicamente le atinas a lo que es más popular en el momento, la gente te descubre con rapidez y de la nada eres muy popular.
La ventaja de esto último es que invertir no duele tanto, ya que hay mucha demanda. Lo malo es que no hiciste el trabajo del esfuerzo inicial, por lo que si no te mantienes como una novedad o algo popular de a poco la gente dejará de preferir tus trabajos y se moverá a otro foco de atención y eso puede afectarte mucho, ya que es una caída que puede ser pausada pero abrumante: “¿cómo hago para que sigan conmigo?”. Esta respuesta es algo que se aprende con el camino largo, ya que estuviste en lo más bajo por mucho tiempo, aprendiste a subir y puedes hacerlo varias veces.
Entonces, estas personas, ilustradores, editores creativos y narradores gráficos, todos por igual, deben encontrar su público y ofrecer lo que hacen activamente en estas ferias y convenciones, ya que de alguna forma tienes que hacer que alguien sepa quién eres y qué haces más allá de la web.
¿Cómo empezamos este viaje?
Primero buscamos lugares en los que podamos participar, eventos, ferias, festivales, etc. Cada año que pasa hay más donde elegir, por lo que participar no es tan difícil, el problema es que la competencia en eventos reconocidos es mayor, lo que hace complicado entrar si nadie te conoce.
Pero revisaremos como empezar desde 0.
Encuentras un espacio en una feria, revisas la temática y al público al que está enfocado. Esto porque ojalá ambos sean similares al tipo de trabajo que haces, ya que ayudará a encontrarse con mayor facilidad a un público que le guste tú trabajo. Después revisas la cantidad estimada de gente que aparecerá en el evento, esto siendo más simple gracias a la utilidad de las redes sociales, especialmente Facebook.
<Quizás es importante mencionar que esto funciona mejor en la capital, ya que en las regiones es difícil llegar a números muy altos por las características demográficas.>
¿Por qué concentrarte en cuanta gente irá? Porque cuando uno recién empieza la única forma en la que puedes calcular un estimado de cómo te irá y si realmente lo que vas a invertir, en tiempo y dinero, es un riesgo calculable. ¿Cómo? Del 100% de personas que dicen ir, el 70% es posible que asista (a veces van todos y más, pero no es algo que realmente se pueda aseverar hasta estar ahí) y de esa cantidad de gente uno debe pensar que entre 3-8% de ellos comprarán algo de ti, especialmente si tus productos son de la temática y del gusto del público objetivo.
¿Cómo? ¿No suena muy alentador? Eso es porque estamos observando el lugar, el evento y a los asistentes como situaciones que debemos calcular para hacer que nuestro modelo de negocio sea a futuro algo que nos permita vivir de lo que hacemos. Es dar el paso de hacer esto por gusto a hacer esto por profesión. Elevar el % de gente estimado que comprará tus cosas es tener confianza, pero puede que te encuentres con que a pesar de lo mucho que amas lo que haces, la gente no se siente cautivada y tu inversión resultó en números rojos, que vas a tener que recuperar en otro lado u otra forma.
Este juego de calcular la inversión es algo que no solo hago yo como ilustradora, si no que muchos más, incluso antes de mí, lo realizan, por ejemplo, Julio Acuña Formador, ilustrador y narrador gráfico con varios números de su cómic en circulación dice:
“Para saber si un evento me conviene veo de qué es: cómic, ilustración, anime o handmade. Por lo menos en Temuco se dividen así. A las únicas que no voy, porque no suelo vender mucho, son las de anime porque ahí hay print-stores, las que bajan ilustraciones de internet y las imprimen pirateando, y esas son las que le quitan la oportunidad de vender a los ilustradores. También está el tema de cuánto vale el stand y si hay que dar algún tipo de premios a la organización como algunos piden. Ah, y veo si mi material calza con la temática del evento o feria, además averiguo si es una primicia o que tenga versiones anteriores. Sobre eso estudio si voy o no.”
Es por ello que llamamos a esto un riesgo calculable, ya que este tipo de inversión en muchos casos se debe hacer responsablemente.

Cuando un puesto para exponer cuesta $40.000, a eso debes normalmente agregar el monto por la tasación, para ventas sin boleta, pide el Servicio de Impuestos Internos de la comuna o región, ya que no quieres que aparezcan mágicamente en la convención y te multen por venta sin boleta (nadie quiere eso), más los pasajes para llegar al lugar, estadía si no vives la región y colación. Estos gastos extra dependen de cada uno y hacen que un evento de $40.000 se convierta fácilmente en una inversión de más de $80.000. ¿Y qué vas a ofrecer? Eso significa agregar el gasto de producción de tu material, ya sea en tiempo que invertiste cortando cada sticker o cuanto gastaste en imprimir los 40 posters y ojalá más tipo de material para que la gente pueda escoger que llevarse y sea más llamativo.
Es en este punto que podemos entrevistar y compartir la opinión de otra gran artista gráfica y narradora de historias muy populares en los circuitos nacionales, Midori Gale:
“Por lo general mando a preparar las impresiones con una semana de anticipación y solo dejo para los días previos algunos uno que otro proyecto que por tiempo no tengo listo antes. Los días previos preparo y organizo el material que voy a llevar, la presentación, la carpeta con ilustraciones, recortar stickers. Algunas veces hago material exclusivo para dichos eventos y trato de prepararlo con todo el tiempo posible.”
¿Se dan cuenta por qué se debe calcular realmente lo que implica el participar en estas cosas?
Ahora a todo eso agrégale que vas a estar todo el fin de semana, o un día completo, sentado en una silla que posiblemente no sea muy cómoda, detrás de una mesa de ojalá un metro de largo mínimo, intentando atender gente con la sonrisa más grande que logres poner para no ahuyentarlos con cara de perro. Porque esto es un trabajo, que quizás sea diferente a los de oficina, pero sigue siendo un esfuerzo humano enorme por quienes son una pieza fundamental de una convención.
Esperas que todo salga bien, que valga la pena y hay muchos elementos que pueden hacer que al final del día puedas sacar cuentas limpias para decidir si fue un buen evento o no quieres volver a pisar el Darío Salas nunca más.
“En el caso que vaya, y una vez terminado el evento, hago un arqueo de la inversión más gastos y lo ganado en el día para sacar la ganancia. Personalmente pido recuperar la inversión (stand, pasajes, inversión de materiales, colación, imprevistos, etc) para empezar a decir que me fue bien. Este mínimo atiende a factores como, por ejemplo, si fue poca gente, o fui aún lugar donde no me conocen o si la fecha fue mala y por eso la gente no compró porque no había dinero, etc. Pero si no están estos factores, y obviamente saco más que solo recuperar, ya puedo decir que me fue bien. Además está el tema del stock, el cual si no lo puedo vender todo en un evento, puedo hacerlo en el siguiente. Eso es parte del plan de negocios que tengo: cuando tengo un stock cálculo en cuanto tiempo lo puedo vender, por ejemplo, un mes, y si lo logro, eso significa que se cumplió la meta y también puedo decir que me fue bien.” --Julio Acuña Formador.
“Un buen evento, en lo económico, donde pueda recuperar y duplicar como mínimo la inversión, aunque ahora está difícil. En lo que es ambiente, donde se respete al ilustrador, tenga un buen espacio para exponer, el trato de los organizadores, si se nos considera no solo en darnos un buen espacio. Me gustan los que nos tienen té, calefacción, o espacio para nosotros (que no pueda pasar la gente por detrás de nosotros por ejemplo), que cumplen lo que dicen (el espacio por ejemplo). No es sólo buena onda, sino que haya un trato profesional y de respeto que también se refleja en como el público interactúa con los expositores.” --Midori Gale.
¿Para mí? Más allá de ver cómo me fue en el evento económicamente, que siempre es un factor para seguir trabajando y esforzarse arduamente, las condiciones tienen que ser óptimas para poder participar, el saber con quienes estas colaborando, tener la seguridad que si sucede algo puedes contar y hablar con un organizador, que puedas exponer en un buen espacio y que el ambiente sea agradable, hacen que un evento sea memorable y no un dolor de cabeza.
Luego de ya 3 años en Madriguera Chile, mucho de lo que puedo sacar en limpio es que si uno se dedica a la ilustración para ferias y convenciones, es que no trabajas solo para ti, trabajas para tu público y por lo tanto creas lo que a ellos les gustará tanto como para adquirirlo. Pero para llegar a ese punto debes ser un buen vendedor, y si te fue mal en un evento puede ser perfectamente porque el evento fue un fracaso… pero también debes ponerte la mano en el corazón y preguntarte: ¿me esforcé? En este contexto no eres solo un artista, un narrador, eres un vendedor y debes atender gente, sonreír, presentarte, exponer lo que haces, cómo lo haces y ofrecer tus productos de la mejor forma. El arte es un lujo, no una necesidad, por lo que depende también de ti que la gente quiera acercarse a tu puesto y adquirir lo tuyo.

En el momento en que hiciste eso y no resultó para nada fructífero, es porque con más seguridad puedes empezar a descartar cosas, por ejemplo: ¿era mi público objetivo? ¿Me esforcé en llevar cosas nuevas?
Crecemos más rápido cuando sabemos que hay elementos internos, o propios, que podemos solucionar para evitar el fracaso. Después de resolver internamente estas dudas puedes observar tu entorno y ver si el problema ocurre en la organización, tiempo, época o público.
Te lo prometo, con el tiempo y esfuerzo, la gente llegará.
¡Gracias por leer! La próxima semana revisaremos este tema desde la perspectiva de un organizador, si te interesa recuerda compartirlo con más gente para que todos aprendamos de estas entradas. <3 Nos vemos la siguiente semana <3 #eventos #convenciones #Chile #ilustradorinformado #inversión #ilustrador
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